Con ocasión del 10º aniversario del Museo Memorial del Cinturón de Hierro, el ayuntamiento de Berango ha erigido un monumento en recuerdo a aquellas personas que en Euskadi, durante 1936 y 1937, sufrieron los efectos de una guerra impuesta y defendieron los valores de la sociedad democrática. La inauguración de la obra Agurra (La despedida) y el acto de homenaje consiguiente tendrán lugar el próximo domingo 19 de febrero, a las 12:30 en la plaza situada frente al museo, en presencia de autoridades, y al acto está invitada toda la ciudadanía. El estallido del conflicto trajo un cambio drástico en la vida de la población. Miles de jóvenes marcharon al frente y otros miles de personas participaron en la construcción de fortificaciones. Pasadas las semanas, los alimentos más básicos escasearon y los bombardeos aéreos sembraron el terror en la retaguardia. El Gobierno vasco decidió evacuar a la población infantil, alejándola del peligro, hacia países de acogida. Durante aquel periodo, las mujeres desempeñaron un papel productor fuera del hogar, hasta entonces reservado a los hombres. En este contexto, las familias se separaron y la propia sociedad, fracturada, hubo de dispersarse a la espera de horizontes más humanos. En su recuerdo se levanta la escultura Agurra, que representa la despedida de una familia vasca afectada por aquella guerra indeseada, pero que a su vez nos acerca a cualquier conflicto de características similares del presente, sensibilizándonos con su dramática y a la vez dulce expresión: un conjunto fundido en bronce con las figuras de un niño, una mujer y un hombre que marcha al frente, colocadas sobre un pedestal de piedra moka. La escultura es obra de Fundición Artística Jaizkibel y en su interior late el bronce recuperado del campo de batalla gracias a la labor de Euskal Prospekzio Taldea. Cabe recordar que el Museo Memorial del Cinturón de Hierro lleva una década dedicado a acercar a la ciudadanía a aquel episodio trágico de nuestra historia reciente, con el resultado cada vez más cercano de recuperar nuestro relato y nuestra memoria. En esta ocasión, la obra Agurra (La despedida) significa un gran paso adelante.
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