Hoy se cumplen 82 años de la caída de Bilbao, hecho ocurrido tras una semana de obstinada defensa de las alturas de Artxanda y Santo Domingo.
<<ARCHANDA. Se ha especulado tal vez demasiado en torno a la actitud que los vascos mantuvieron durante la guerra frente al resto de España: si fue motivada por el sentimiento católico que los distanciaba de reivindicaciones imprescindibles para darle un carácter revolucionario a su lucha, o si la tibieza de su actitud política influyó restando impulso a sus objetivos militares. Sobre todo por su resentimiento con el gobierno central de la República, por su falta de asistencia en materiales de guerra, tantas veces prometido en el transcurso del primer año de contienda.
Ciertamente no era de extrañar que este último hecho disgustara a las fuerzas vascas que fueron, después del asedio de Madrid, las primeras en sufrir los embates masivos de las tropas de Franco, ya que el primer objetivo de esta campaña era Bilbao. Pero no es menos cierto que mientras lucharon en su territorio y no obstante su actitud inevitablemente defensiva, no cedieron ni una pulgada de terreno, sino a costa de grandes pérdidas de sus hijos, infringiendo enormes bajas a las fuerzas requetés e italianas que componían las principales unidades de choque del ejército fascista.
Hay que hacer honor a esta verdad y reivindicar para los vascos que participaron en la defensa de su territorio con tan escasos medios, un puesto de honor en la epopeya escrita por el pueblo español en su sacrificada lucha contra los peores enemigos de la humanidad. >>
(Comandante Víctor de Frutos, LOS QUE NO PERDIERON LA GUERRA, Buenos Aires 1968)
Foto: “En Valencia me reuní con los que serían mis compañeros de viaje hacia el Norte. Conocí allí al Comandante de División Nino Nanetti y a su ayudante, el Comandante Santamaría”
